Pasaban ya semanas sin saber de su sonrisa.
A él no le preocupaban demasiado estas huidas, se había acostumbrado a sus ausencias, largas ausencias a veces, pero sabía que tarde o temprano volvería, volviendo así a hacer sonar los brindis, dejando un poco de lado el acoso telefónico y las reposiciones de series de humor fácil.
El sabía que era cuestión de tiempo que volviese, que pronto volvería a hacer acto de presencia, y que, para hacerse notar, como de costumbre, su sonrisa se colgaría también el la boca de él, que tan pacientemente sintonizaba emisoras musicales, ayudando así a callar su mala conciencia, por estar tan lejos y saber, que si su sonrisa se pierde, lo hace casi siempre en los caminos de vuelta....
Hoy en la radio: [Kate Nash - Foundations]
